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Las distintas concepciones de la Psicología como ciencia (página 2)



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Por lo demás, a partir de Kant, cuya
concepción de la mente como organizadora mediante la
<síntesis a
priori> representa una refutación frontal del
asociacionismo, éste abandona el terreno filosófico
y se desplaza cada vez más hacia el campo de la naciente
psicología
científica. En este proceso de
acercamiento hay que recordar las aportaciones de A.Bain, quien
por vez primera asimila el concepto de
asociación al de aprendizaje, de
H.Taine, que difunde el asociacionismo en los países
francófonos, y de H.Spencer, el teórico por
antonomasia del evolucionismo, quien enuncia el principio de que
las asociaciones que más se repiten tienden a convertirse
en hereditarias, de modo que las experiencias aprendidas por una
generación pueden hacerse instintivas en la
generación siguiente. En la obra de W.Wundt se
empleará el criterio asociacionista para explicar los
nexos entre las sensaciones elementales.

           
Pero es sobre todo gracias a los experimentos
llevados a cabo por H.Ebbinghaus, G.E.Müller, I.P.Pavlov,
V.M.Bechterev y E.L.Thorndike, entre 1885 y 1910, que el
asociacionismo se convierte en una teoría
científica.

           
Ebbinghaus usa criterios asociacionistas para el estudio
experimental de la memoria,
que es como decir en el estudio de un proceso mental superior por
primera vez en la historia de la
psicología científica. Para medir, en concreto, el
grado de aprendizaje mnémico adopta Ebbinghaus el
principio de la frecuencia de las asociaciones, o sea que calcula
el número de las repeticiones necesarias para memorizar
listas de sílabas sin sentido.
Las investigaciones
de Ebbinghaus fueron continuadas por Müller, quien
integrando la experimentación objetiva con los informes
introspectivos de los sujetos pone de manifiesto la
participación activa de estos últimos en la
formación de asociaciones y en el proceso de aprendizaje,
mediante las que el llama <actitudes
conscientes>, y descubre en particular que la mente tiende a
organizar y a conferir un significado incluso a las
sílabas sin sentido, a fin de memorizarlas. El ruso
Pavlov, que descubrió el condicionamiento, adopta el
principio de asociación por frecuencia, pero lo transfiere
por entero desde el ámbito subjetivo de las sensaciones,
las ideas y la memoria al nuevo
ámbito objetivo y
experimental de las secreciones glandulares externas.

           
Como Pavlov, también el estadounidense Thorndike
realiza experimentos de tipo asociacionista sobre el aprendizaje de
los animales.
Sus
investigaciones culminan con la publicación del ya
clásico "La inteligencia
animal: estudio experimental de los procesos
asociativos en los animales" (1898). Luego, por un camino
diferente del de Pavlov, extiende los criterios asociacionistas
al estudio del niño y del adolescente y elabora una
teoría asociacionista general sobre una base experimental,
denominada por él <conexionismo> para diferenciarla
del asociacionismo de la tradición filosófica. En
tanto que postula que aprender significa conectar y que la mente
no es más que un sistema de
conexiones perfectísimamente articulado, y en tanto que
señala como objetivo del psicólogo experimental el
descubrimiento de las conexiones específicas de intensidad
variable que se dan entre los estímulos ambientales y las
respuestas patentes del organismo, la teoría de Thorndike
es la precursora más directa de las actuales teorías del
aprendizaje estadounidenses, centradas por entero en la
formación, desarrollo y
disolución de los nexos asociativos.

           
Además, al considerar insatisfactorias las leyes de
asociación por contigüidad y frecuencia, Thorndike
enuncia en 1905 la famosa <ley del
efecto>, según la cual <<todo acto que, en una
situación determinada, produce satisfacción, acaba
siendo asociado a esa situación; y, en consecuencia,
cuando ésta vuelve a presentarse, el acto correlativo
tiene mayores probabilidades de repetirse respecto del pasado.
Por el contrario, todo acto que, en una situación
determinada, produce insatisfacción, acaba por disociarse
de tal situación; y, en consecuencia, cuando ésta
vuelve a presentarse, el acto correlativo tiene menores
probabilidades de repetirse con respecto al
pasado>>. 

           
A finales del s. XIX y comienzos del XX los <psicólogos
funcionalistas> adoptan en parte los criterios
asociacionistas, pero, a diferencia del asociacionismo
propiamente dicho, no hacen del aprendizaje el único
objeto de estudio. El asociacionismo vigente en Austria y en
Alemania a
finales del s. XIX constituirá, matizado, una de las
matrices
conceptuales del psicoanálisis freudiano.

2) LA PSICOFÍSICA.

           
La psicofísica constituye una especialización de la
psicología científica que tiene por objeto la
sensación, o más exactamente la explicación
de las leyes que regulan las relaciones entre los aspectos
físicos y, por tanto, mensurables del estímulo, y
los contenidos de conciencia
sensoriales correspondientes a él.

           
Surgida en 1850 del pensamiento de
Th.G.Fechner (ocupado en buscar una definición
empírica de la relación cuerpo-mente) y expresada
inicialmente en la famosa ley de Weber-Fechner,
la psicofísica constituyó el caballo de batalla de
la naciente psicología científica y como tal
representó, hacia 1870, un componente fundamental del
sistema wundtiano.

           
La idea fundamental de la psicofísica consiste en la
demostración de que se da una relación matemática
entre lo psíquico y lo físico, de manera que los
hechos psíquicos son susceptibles de medición. De este modo estudiará la
relación que se produce entre los estimulos físicos
y los procesos sensoriales.

           
G.Th.Fechner (1801-1887), físico y médico
alemán, de Herbart había recogido la idea de que la
psicología debería ser una ciencia, de
que era posible la medición mental -la aplicación
de las matemáticas al estudio de la mente-, y la
idea de un análisis mental haciendo uso del concepto
de <umbral>; pero estaba decidido a corregir el
planteamiento metafísico de Herbart aplicando la
medición experimental al estudio de la mente. Desde su
formación físico-matemática en sus
concepciones se haría eco de los estudios de Bernoulli,
Laplace y
Gauss, en la elaboración de métodos
estadísticos.

           
En 1860 publicó el libro
"Elementen der Psychophysik", donde se presentaba la
teoría psicofísica como la ciencia
exacta de las relaciones funcionales o las relaciones de
dependencia entre el cuerpo y la mente. El mismo principio
había sido formulado por Weber y Fechner se ocupó
de dar a esa relación empírica una forma
matemática, denominándola -Ley de Weber- (S=K log
R; donde S=sensación, K=constante y R=estímulo).
Estableciendo los umbrales de sensación podía ser
medido el incremento mínimo de estimulación
necesario para aumentarla o el desincremento necesario para
disminuirla, cuantificándose de ese modo la unidad
mínima de estimulación necesaria para un cambio de
sensación.

           
Fechner influiría en la idea de un <paralelismo
psicofísico> por la sencilla razón de que la
mente y el cuerpo, las sensaciones y los estímulos, tienen
que verse como entidades separadas para que cada una pueda ser
medida y para que se pueda establecer una relación entre
ambas.

           
Prototipo de todas las concepciones psicológicas
cuantificacionistas posteriores, la psicofísica, supuso
frente a la psicología cualitativa anterior a 1850 una
revolución
comparable, a escala reducida,
con la revolución galileana frente a la física cualitativa
aristotélica, y resumible en la introducción de la medición en un
ámbito, el psíquico, tradicionalmente considerado
<inmaterial>.

           
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió con el caso de
la física galileana, la psicofísica tropezó
con muchas resistencias y
oposiciones, como la del intuicionismo de H. Bergson.  
   

           
Pese a las críticas, la psicofísica no ha dejado de
desarrollarse, sobre todo después de la obra de
S.S.Stevens, a partir de la segunda mitad de la década de
1930, y en la actualidad constituye uno de los sectores
más auténticamente científicos de la
investigación psicológica. Al igual que en la
del pasado, los métodos principales de la
psicofísica actual son tres: el del <error medio>,
que fue inaugurado por A.W.Volkmann; el de los
<estímulos constantes>, y el de los <límites>. Los esfuerzos de los
psicofísicos contemporáneos se dirigen sobre todo a
la construcción de <escalas subjetivas de
sensación> cada vez más fiables.

           
En la antigüedad griega, Hipócrates, el padre de la
medicina,
afirmaba que el cuerpo estaba constituido de cuatro sustancias:
la sangre, la bilis
(amarilla y negra) y la flema, y que el predominio de uno u otro
de estos <humores> líquidos conllevaba una
determinada conducta. Con
ello tenemos la primera investigación que relaciona los procesos
fisiológicos y la conducta.

           
En la época de la constitución de la psicología como
ciencia H.L.F. von Helmholtz (1821-1894), físico y
fisíologo alemán, impulsaría los estudios
iniciados por la -psicofísica- en torno a la
relación entre la mente y la fisiología.

           
Dió a conocer el resultado de sus primeras
investigaciones, desarrolladas a la luz del debate sobre
el vitalismo, en su memoria "Sobre la conservación de la
energía" (1874), contribución al nacimiento de la
termodinámica, donde expuso el programa
mecanicista de reducción de todos los fenómenos
naturales a movimientos de materias dotadas de energía y,
en particular, la equivalencia entre el calor y
el trabajo
mecánico. Por tanto, los procesos metabólicos
típicos del ser vivo deben concebirse como
transformaciones sometidas al principio de conservación de
la energía.

           
Se interesaba por la conducción nerviosa de las
sensaciones y dedicó gran parte de su vida a desarrollar
su idea de la unidad de los fenómenos naturales.
Analizándo diversos procesos y fenómenos
fisiológicos con los instrumentos de la física
llegó a una especie de versión materialista del
kantismo, según la cual las sensaciones no reproducen las
cosas sino que dependen, esencialmente, de las diferentes fibras
nerviosas estimuladas y de sus diferentes conexiones centrales:
sólo la relación entre sensaciones, en su
regularidad, reflejan la regularidad objetiva de los
fenómenos.

           
En la universidad de
Königsberg, Helmholtz se dedicó a la medición
de la velocidad de
conducción de un impulso nervioso. Sus ideas eran afines
al empirismo
psicológico británico en contra de la
tradición innatista continental. En cuanto a la percepción, argumentaba que debe de
contener muchos datos de la
experiencia que no están representados de forma inmediata
en el estímulo y que dichos datos son, en cierto sentido,
adiciones que se le hacen a la percepción de acuerdo con
experiencias pasadas. Fenómenos a los que denominó
<inferencias inconscientes>, pues en última
instancia los consideraba formados por analogía con las
inferencias conscientes y de este modo, derivados de un proceso
inductivo.

3) EL INTROSPECCIONISMO.

           
Constituye una escuela
psicológica surgida entre finales del s. XIX y principios del
XX, representada principalmente por W.Wundt y por E.Tichener, y
caracterizada por considerar la conciencia como objeto
único de la indagación
psicológico-científica, y adoptar la
introspección <elementalista> como único
método de
la misma.

           
Los orígenes del introspeccionismo coinciden con los de la
psicología experimental, y por tanto, con la
fundación de los primeros laboratorios de
psicología experimental, entre los que se cuenta como
quizá el primero, el que W.Wundt funda en Leipzig en 1879,
ejemplo que será emulado en muchos lugares de Europa y América. En este laboratorio de
Leipzig se abordaron sobre todo cuatro campos de
indagación: la psicofisiología de los sentidos, en
particular de la vista y del oido,
según la tradición helmholtziana; la
psicofísica, previamente inaugurada por Weber y Fechner;
el tiempo de
reacción siguiendo también la línea
helmholtiana; y finalmente, la asociación mental, tras las
huellas del asociacionismo de la filosofía anglosajona.

           
La gran innovación del laboratorio de Leipzig
consistió en la unificación de estas corrientes en
la teoría introspeccionista. El introspeccionismo
wundtiano distingue cuatro fases en los procesos mentales: la
estimulación; la percepción, que hace consciente el
dato psíquico; la apercepción, mediante la cual el
dato psíquico es identificado y sintetizado por la mente;
el acto de voluntad, específicamente humano, que suscita
la reacción psíquica del sujeto, y que está
caracterizado por el libre albedrío. Wundt bautizó
a esta psicología científica como
"psicología fisiológica".

           
Wilhelm Wundt (1838-1920), ha sido denominado tradicionalmente
<padre de la psicología>. El se definió a
sí mismo como <psicólogo>. Estableció
formalmente la psicología como una disciplina
independiente y organizada, y fundó el primer laboratorio
de psicología experimental. Su libro "Principios de la
psicología fisiológica" (publicado en dos partes en
1883 y 1884), estableció la psicología como una
ciencia experimental que utilizaba métodos derivados de la
fisiología. Desarrollo el método de la
<introspección analítica>

           
El introspeccionismo del principal discípulo de Wundt,
Edward Bradford Tichener (1867-1927), no reconoció
valor al
factor subjetivo de la voluntad y asumió la forma de un
sistema conceptual completamente naturalista.

           
Tichener definió el trabajo de su
maestro como <estructuralismo> y lo dió a conocer en
los Estados Unidos.
Según Tichener, el fin de la investigación
psicológica es describir los contenidos -elementales- de
la conciencia y descubrir las leyes que determinan la manera en
que éstos se suceden y se combinan. En cuanto a la
explicación de los contenidos conscientes, ésta es
confiada a la fisiología y a la biología general, es
decir, que no se la considera un fín específico de
la ciencia psicológica.

           
La descripción elementalista de los contenidos
conscientes, su descomposición en elementos simples e
irreductibles, viene prescrita por el modelo del
proceder analítico de la química (en
particular de la química del s. XIX), y constituye el
más importante fundamento epistemológico del
introspeccionismo, contra el que se alzarán los
psicólogos holistas de los años veinte y treinta,
especialmente el gestaltismo.

           
En el lenguaje
ticheneriano la <estructura
mental> es el resultado de la suma de múltiples
elementos simples, como en una especie de complicadísimo
mosaico. El análisis científico del
psicólogo tiene por objeto -según Tichener- los
elementos simples de las percepciones, constituidos por las
<sensaciones>; los de las ideas, constituidos por las
<imagenes mentales>; los de las emociones o
sentimientos, constituidos por los <estados afectivos>. De
los tres elementos el más importante y recurrente es el de
la sensación (visual, auditiva, olfativa, gustativa,
tactil y cinestésica), sin la cual no se dan ni imagenes
mentales ni estados afectivos.

           
En la experiencia cotidiana, estos elementos fundamentales de la
conciencia se combinan entre sí, dando lugar a situaciones
psíquicas aparentemente unitarias: el hambre, por ejemplo,
no es más que el complejo resultado de la suma de
sensaciones y estados afectivos inicialmente heterogéneos
entre sí. Los elementos de la conciencia tienen pues
atributos. En el caso de la sensación y de la imagen mental
estos son: la <cualidad> (p.ej. salado, rojo, caliente), la
intensidad (p.ej.un ruido
-ensordecedor-), la duración (p.ej. un -largo-
campanillazo), y la claridad (p.ej. un murmullo -más o
menos audible-). Los estados afectivos no poseen en cambio el
atributo de la claridad, porque la emoción se disipa
apenas el observador trata de definirla y de aclararla.

           
El único método de indagación de la
psicología ticheneriana está representado por la
<introspección sistemática>, realizada por
observadores especializados.
Al practicarla, los que
participan en la investigación deben emplear a fondo el
criterio elementista de descomposición en elementos
simples e irreductibles. Siguiendo tal criterio, el
psicólogo obtiene informes introspectivos que contienen
una secuencia de palabras (frío, desagradable, indistinto,
vívido, etc), cada una de las cuales designa
unívocamente un solo elemento de la experiencia consciente
total. Gracias a un largo adiestramiento,
el sujeto introspector aprende a distinguir aquello que
efectivamente experimenta (y que es lo único que cuenta)
de aquello que -sabe- con respecto al objeto de la propia
experiencia; por ejemplo, frente al objeto-estímulo
<libro>, él no dice <<Veo un libro>>,
como haría el observador profano, sino que menciona una
serie de sensaciones simples recíprocamente distintas,
como <<Experimento un color rojo, una
luminosidad de mediana intensidad, un pequeño espesor,
etc>>.

            
Siguiendo el método de Tichener no se podía decir,
por ejemplo, <<veo una moneda>>, porque tal observación no sería realmente
descriptiva, sino interpretativa, al no dividir el objeto en sus
diferentes elementos constitutivos -ante una moneda experimento
que es algo: duro, pequeño, redondo, plano, de color de
cobre,
metálico, etc-.

           
Entre los años 1915 y 1925, el introspeccionismo
titcheneriano desapareció casi completamente de la escena
de la psicología internacional, con el advenimiento del
gestaltismo, del funcionalismo y
del conductismo.

4) LA REFLEXOLOGÍA RUSA.

(El condicionamiento pavloviano o condicionamiento
clásico).

           
<Condicionamiento clásico> es el nombre con el
que se conoce a las investigaciones realizadas por Iván
Pávlov
(1849-1936), perteneciente a la escuela de
fisiología experimental rusa, en torno a los reflejos
condicionados.

           
El condicionamiento clásico consiste en el procedimiento
experimental, mediante el cual, un estímulo neutral
(EC=estímulo condicionado) se asocia repetidamente a un
estímulo incondicionado (EI) que habitualmente provoca una
determinada respuesta (RI=respuesta incondicionada).
Después de un número suficiente de asociaciones
(llamadas <pruebas de
condicionamiento>), el estímulo condicionado por
sí solo -es decir, en ausencia del estímulo
incondicionado- provoca la respuesta que inicialmente era
provocada solamente por este último (EI): la respuesta
incondicionada (RI) se ha convertido en respuesta condicionada
(RC).

           
Este experimento fue realizado por primera vez por Pavlov con
perros en 1897
y se desarrollaba de la siguiente manera: Un perro hambriento al
ver comida (EI) segrega saliva (RI). Al perro se le presenta el
sonido de una
campanilla (EC), con anterioridad a la presentación de la
comida (EI); y después de una reiteración de estas
pruebas siguiendo la secuencia EC-EI-RI, el simple sonido de la
campanilla (EC), en ausencia de la comida, provocaba la
salivación (ahora convertida en RC).

           
Los <reflejos condicionados> son, pues, respuestas
aprendidas ante ciertos estímulos y se contraponen a los
reflejos incondicionados o respuestas espontáneas ante los
estímulos. La conducta refleja condicionada (aprendida)
es la respuesta que emite un organismo, provocada por un
estímulo ambiental neutro que ha sido reforzado. Skinner
llamará <respondiente> a este tipo de
condicionamiento contraponiéndolo a su
<condicionamiento instrumental u operante>.

           
Las respuestas condicionables con la técnica pavloviana
son numerosas y de variada naturaleza; en
los sujetos humanos puede condicionarse con éxito,
entre otras, las secreciones gastrointestinales, la
dilatación y contracción de los vasos
sanguíneos, la frecuencia respiratoria y diversas formas
de respuestas emocionales, como el miedo.

5) LA PSICOLOGÍA COMPARADA O PSICOLOGÍA
ANIMAL.

    La psicología comparada se origina
en Gran Bretaña a raíz de la obra de Darwin
"Expression of the emotions in man and animals", de 1872.

           
Siguiendo a Darwin Romanes había acuñado el
término <psicología comparada> para impulsar
el estudio de la mente en evolución, la observación y
comparación de fenómenos mentales en distintos
niveles de la jerarquía animal. Lloyd Morgan había
establecido el término. Sin embargo es dudoso que haya
habido otro psicólogo que aceptara de manera tan
definitiva sus implicaciones, como lo hizo el norteamericano
Robert M.Yerkes (1876-1956). En realidad, él es a quien
puede considerarsele como el lider del movimiento de
la psicología comparada, siendo en Estados Unidos donde el
movimiento tomaría plena conciencia de sí mismo al
adaptarse al conductismo y al funcionalismo.

           
Yerkes, prácticamente, ascendió en línea
recta por la escala evolutiva en sus investigaciones, desde los
animales más simples hasta los más complejos,
finalizando en el estudio de los monos antropoides y del hombre. Fue el
primero, a partir de 1901, en utilizar sistemáticamente
los animales en investigaciones psicológicas
experimentales.

           
Thorndike, Köhler, el propio Yerkes, W.S.Hunter, Hamilton y
otros estudiaron la <imitación> de unos animales a
otros, las <respuestas retardadas> o recuerdo de
experiencias pasadas, las <elecciones múltiples> o
capacidad de discriminación, la
<alternación> o repetición de conductas, el
<discernimiento> o percepción de relaciones, esto
es, las capacidades de la mente animal, llegando a la
conclusión de que no existe ninguna discontinuidad entre
las operaciones
mentales de los animales y el hombre,
sino tan sólo unas diferencias de grado o cuantitativas,
que aumentan en razón de la distancia entre las especies
dentro del desarrollo evolutivo. Aunque ha influido en
numerosas escuelas psicológicas, los estudios de
psicología animal serán recogidos y proseguidos,
sobre todo, por el funcionalismo.

 PRINCIPALES
CONCEPCIONES DE LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA.
CORRIENTES CONTEMPORÁNEAS.

1) LA PSICOLOGÍA CONDUCTISTA (BEHAVIORISMO) O
PSICOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO
.

           
El conductismo es una corriente de la psicología
moderna, llamada también <behaviorismo>,
según la cual el único objeto posible de la
psicología científica es la conducta manifiesta, es
decir el conjunto de las reacciones del organismo animal o humano
observables desde fuera del organismo y verificables
intersubjetivamente; trata por tanto, exclusivamente, con hechos
observables.

           
El conductismo nació oficialmente en 1913 con un
artículo manifiesto de John.B.Watson, "Psychology as the
Behaviorist Views it" (La psicología desde el punto de
vista conductista), y en los años sucesivos
adquirió gradual importancia hasta dominar casi sin
rivales la escena de la psicología experimental
estadounidense durante el período 1930-1960.

           
El manifiesto watsoniano se asocia al positivismo
anti-introspeccionista de A.Comte, al mecanicismo de
tradición cartesiana de los últimos años del
siglo pasado, al asociacionismo británico y a la
psicología animal, de tendencia objetivista y, por
último, al monismo biologista derivado del evolucionismo
darwiniano y filtrado a la psicología a través del
funcionalismo, el cual tiene su principal centro difusor en la
misma universidad de Chicago que ve nacer el movimiento
conductista.

           
En su manifiesto, Watson propuso sustituir la conciencia, los
fenómenos de conciencia que, por definición,
escapan a la metodología experimental y cuantitativa,
por la conducta observable,
que de hecho se reduce a las
reacciones musculares y glandulares externas de los organismos
vivientes y cuya unidad de medida se identifica con el reflejo,
es decir, con el nexo elemental entre el estímulo y la
respuesta. De ese modo rechazaba la introspección como
método psicológico declarando que no es posible una
auto-observación, ni la derivación por
analogía, de los presuntos resultados individuales de la
introspección, a nivel general.

           
En los años siguientes, un número cada vez mayor de
psicólogos se alineó con el antisubjetivismo
watsoniano, pero modificó de forma significativa sus
componentes secundarios, dando orígen a una serie de
subescuelas conductistas, o neoconductistas, que a menudo
polemizaban entre sí. E.B.Holt, A.P.Weiss, K.Lashley,
E.C.Tolman, E.R.Guthrie, C.L.Hull y B.F.Skinner son, en orden
cronológico, los exponentes más destacados del
neoconductismo.

           
El seguidor más brillante de los principios watsonianos
fue Skinner, que retomó su antisubjetivismo,
fundándolo en argumentaciones más sofisticadas, y
elaboró una <tecnología de la
conducta>, que se aleja ya, en los métodos y criterios,
del original planteamiento watsoniano.

           
En el plano técnico-psicológico, los conductistas
están mancomunados por el recurso sistemático a la
cuantificación de las variables
experimentales. Pero sobre todo en el plano de los contenidos de
la investigación experimental, están hermanados por
el interés
casi exclusivo por el aprendizaje, tanto que casi todas las
modernas teorías
del aprendizaje son de inspiración conductista, (decir
<conductista> equivale, de hecho, a decir <estudioso del
aprendizaje>). Las teorías del aprendizaje conductistas
remiten, a menudo polémicamente, a las tesis
anteriormente expresadas por el asociacionismo, y sobre todo, al
sistema pavloviano, que a partir de la obra de Watson
proporcionó al conductismo numerosos principios, en primer
lugar, el concepto clave de <condicionamiento> y su
correspondiente experimentación.

Por su interés primordial por el aprendizaje los
conductistas restaban importancia a la herencia y
hacían hincapié en el medio ambiente
como elemento fundamental en la conformación de la
conducta.

1.1) -EL CONDUCTISMO DE SKINNER

(el condicionamiento operante).

           
La concepción de Skinner resume de forma particularmente
acertada y coherente la perspectiva conductista en sus aspectos
menos técnicos y más propiamente
epistemológicos y filosóficos.

           
En esa línea desarrollará una serie de
argumentaciones, en particular, en "Más allá de la
libertad y de
la dignidad"
(1971), tendentes a erradicar, en nombre de la cientificidad
naturalista y determinista, la tradicional concepción
occidental que ve en el hombre a un ser libre y responsable:
Skinner afirma que la lucha del hombre por la libertad personal no se
debe a su inalienable voluntad, sino a una serie de procesos
conductuales característicos del organismo humano, cuyo
principal efecto consiste en la continua tentativa de evitar lo
que él llama <caracteres aversivos> del ambiente;
recondicionando adecuadamente estos procesos conductuales, en la
utopía skinneriana la exigencia de la libertad está
destinada a disolverse.

           
Frente a los psicólogos que consideran que todas las
formas de aprendizaje se remiten al condicionamiento pavloviano,
Skinner añadirá el <condicionamiento
operante> u instrumental.
Mientras que en el
condicionamiento clásico la respuesta condicionada
está provocada por un estímulo específico y
observable, el condicionamiento instrumental se produce en
ausencia de este último y la respuesta del organismo es
aparentemente espontánea.

           
El condicionamiento instrumental se suele demostrar mediante el
experimento de la <caja de Skinner>. Este consiste en
encerrar a un animal (rata o paloma) dentro de la caja, dentro de
la cual tiene a su disposición un objeto llamativo
facilmente manipulable (denominado <manipolandum>), que
suele ser una barra que puede ser bajada mediante una ligera
presión
de pata u hocico y que, cuando el animal accidentalmente la baja,
provoca la caida de granos de alimento, llamados <refuerzo>
porque alientan al animal a repetir la conducta inicialmente
accidental. Bastan unos pocos refuerzos para instaurar
establemente el condicionamiento.

           
Así, en términos generales, Skinner
definirá el <refuerzo> como cualquier evento de la
vida animal y humana que aumenta la probabilidad
de aparición de la respuesta que inicialmente lo ha
provocado.

           
La teoría del aprendizaje elaborada por Skinner se
caracteriza por la <ley de adquisición>,
según la cual la fuerza de una
conducta operante aumenta cada vez que está seguida de la
presentación de un estímulo de refuerzo.

           
Las teorías conductistas del aprendizaje han sido
ampliamente criticadas por los psicólogos europeos, tanto
gestaltistas como cognitivistas, poniendo en entredicho sus
teorías del aprendizaje. El conductismo ha sido en general
acusado de reduccionismo, tanto porque rechaza tomar en
consideración los procesos cognitivos superiores del
hombre, como porque le aplica directamente, los resultados
experimentales obtenidos en animales tan alejados del hombre en
la escala filogenética como son las ratas blancas.

2) LA PSICOLOGÍA COGNITIVA O CONSTRUCTIVISMO.

           
Cognitivismo es el término con el que se indica el que
ha llegado a ser uno de los movimientos más importantes de
la psicología experimental contemporánea,
según el cual, la mente funciona como una elaboradora
activa de las informaciones que le llegan a través de los
órganos sensoriales, en analogía con los
servomecanismos de tipo cibernético.

           
A diferencia de otras corrientes psicológicas (del
funcionalismo a la Gestaltpsychologie y al bahaviorismo), el
cognitivismo no constituye un sistema teórico altamente
organizado e internamente coherente; la primera
formulación teórica (U.Neisser, "Psicología
cognitivista", 1967) se publicó unos diez años
después de los primeros experimentos psicológicos
catalogables como cognitivistas. De hecho el cognitivismo queda
enmarcado dentro del conductismo, como un desarrollo y una
corrección contínua de dicha corriente, desde los
años 70, tanto en Europa como en los EE.UU.

           
Fue influido por la <psicología del acto> del s.
XIX, según la cual, en oposición a las corrientes
empiristas y asociacionistas, las funciones
perceptivas y la memoria son construcciones activas que,
según la ocasión, hacen mayor o menor uso de la
información sensorial. Más
recientemente recibirá el influjo de la teoría de
la información y de la inteligencia
artificial que, con su lenguaje,
inédito en la tradición psicológica,
(piénsese, p.ej., en los términos <input>
(entrada) y <output> (salida), que sustituyen a
<estímulo> y <respuesta>, respectivamente),
han proporcionado a la psicología cognitivista un modelo
del organismo humano como sistema complejo capaz de elaborar
informaciones, de seleccionar entre los elementos de
<entrada>, de poner en funcionamiento gracias a datos
seleccionados, una serie de transformaciones y un almacenamiento
rápido y eficaz, de alcanzar decisiones dependientes de
los resultados de la elaboración realizada y no
predeterminados desde su inicio (como en el modelo conductista)
por los estímulos ambientales en entrada.

           
Fue en Inglaterra,
durante la segunda guerra
mundial, con el objeto de establecer el rendimiento
óptimo en situaciones de stress, como las
acciones
belico-tecnológicas, donde se consolidaron inicialmente
las tesis cognitivistas, y sobre todo, los experimentos que,
cumplidos según las reglas tradicionales de la
experimentación psicológica de laboratorio,
contribuyeron en gran medida a su aceptación por parte de
psicólogos de distintas orientaciones, especialmente los
conductistas, como el psicolingüísta G.A.Miller.

           
En Cambridge, en particular K.Craik, entre los años 40-45,
efectuó una serie de experimentos llegando a la
conclusión de que la mente humana actúa como un
servomecanismo capaz de autocorrecciones en intervalos sumamente
breves, y más tarde, también en Cambridge,
D.E.Broadbent, enunció la más conocida de las tesis
cognitivistas relativas a la atención, la <teoria del filtro>, que
subraya la capacidad de la mente para seleccionar de forma muy
precisa las informaciones que le llegan.

           
En 1960, el ya citado Miller, el psicólogo y
matemático E.Galanter y el neuropsicólogo K.Pribram
publicaron un volúmen decisivo para la historia del movimiento
cognitivista, "Planos y estructura del comportamiento",
en el cual se presentó
por primera vez en profundidad la analogía existente entre
el funcionamiento de la mente humana y el ordenador, sustituyendo
la ya clásica unidad de medida psicológica,
representada por el reflejo, o sea la coordinación elemental entre el
estímulo y la respuesta, por una nueva unidad global
llamada TOTE (por las iniciales de los términos ingleses
<test-operate-test-exit> o <plano de
conducta>, que parte de la premisa según la cual el
sujeto cognoscente interactúa con el medio y no se limita
a recibir pasivamente los estímulos (como en la
perspectiva conductista), sino que verifica de continuo la
congruencia entre su propio proyecto
conductual y las condiciones objetivas existentes.

           
En los años posteriores comenzaron a diferenciarse las
principales orientaciones de la investigación
cognitivista, que se centran en la percepción, la memoria,
la atención, la vigilancia, el razonamiento (el llamado
-problem solving-) y, sobre todo, el lenguaje, a tal punto que se
puede decir que la psicolingüística
contemporánea es por completo de inspiración
cognitivista; pero no faltan campos de investigación que
escapan a los esquemas tradicionales de la investigación
psicológica experimental, como es el caso de la interpretación cognitivista dada por
W.H.Berlyne a las conductas <epistémicas>, es decir,
exploratorias y creativas, de los animales.

           
En el Congreso Internacional de Psicología de
Moscú (1966), los psicólogos de todo el mundo
reconocieron la importancia de la corriente cognitivista, entre
otras razones porque su caracter puramente orientativo y no de
sistema cerrado y dogmático permite una gran
diferenciación de tendencias internas.

           
En el plano epistemológico y metodológico, en
primer lugar, los cognitivistas no tratan de justificar sus tesis
mediante las conceptualizaciones ofrecidas por la
filosofía de la ciencia, al revés de los
conductistas y, sobre todo, de los neoconductistas, que buscaban
sistemáticamente en el neopositivismo una
confirmación epistemológica de su
antisubjetivismo.

           
En segundo lugar, los cognitivistas reconocen el método de
la introspección, si bien revisado y corregido respecto al
uso que le daban los introspeccionistas como E.B.Tichener, y,
más aún, se autodefinen provocativamente como
<mentalistas>, después de que durante al menos
cuarenta años los conductistas declaran que el
<mentalismo> era la quintaesencia de la no cientificidad en
psicología.

           
Junto a la introspección, los cognitivistas han
reintroducido la medida de los tiempos de reacción como
indicadores de
los procesos mentales subyacentes -después de que dicha
estrategia fuera
abandonada ya a finales del siglo pasado, en tiempos de
W.Wundt-. 

           
En tercer lugar, sobre todo después de que en 1959 el
lingüísta N.Chomsky criticara la obra de Skinner
titulada "Comportamiento verbal", en la cual se pretendía
dar una interpretación conductista del aprendizaje del
lenguaje, los cognitivistas han reaccionado contra el
ambientalismo tradicional de la psicología anglosajona y
han demostrado ser proclives a las soluciones de
carácter innatista.

           
La lingüística
generativo-transformacional de Chomsky ha influido ampliamente en
la psicolingüística cognitivista, desplazando el
interés de los investigadores, del mensaje
lingüístico al usuario del mensaje.

           
Por último, a diferencia de la mayor parte de los
psicólogos que los han precedido, los cognitivistas
rechazan las teorías de carácter general,
prefiriendo los -modelos- en la
interpretación de aspectos altamente circunscritos del
funcionamiento mental. En particular, muchos psicólogos
cognitivistas utilizan sistemáticamente <programas para
ordenadores> como modelos capaces de simular los procesos
mentales superiores, pese a ser conscientes de los límites
implícitos en ésta simulación
(la analogía entre el ordenador y la mente humana tiene
sentido sólo en algunos aspectos, tanto porque el
funcionamiento de la segunda es enormemente más complejo
que el funcionamiento del primero, como porque, a diferencia del
ordenador, la mente es capaz de resolver problemas
aún cuando las informaciones de que dispone sean
incompletas o erróneas).

3) LA PSICOLOGÍA FUNCIONALISTA.

           
El funcionalismo es una escuela psicológica basada en
los principios evolucionistas y que floreció entre finales
del siglo pasado y comienzos del actual en EE.UU. Su centro
impulsor fue la Universidad de Chicago y sus principales
exponentes fueron William James (1842-1919), G.S.Hall,
J.McK.Cattell y sobre todo J.Dewey, J.R.Angell, H.Carr y
R.Woodworth.

           
A diferencia del introspeccionismo, vinculado con la
tradición de Wundt, el funcionalismo representa una
expresión característica de la cultura
estadounidense de finales del s. XIX, deseosa de emanciparse con
rapidez de sus orígenes europeos. El inspirador del
movimiento funcionalista fue W.James, quien en los "Principios de
psicología" (1880), se refiere explícitamente a la
aplicabilidad en psicología de las teorías
evolucionistas de Darwin.

           
Estas teorías, centradas en las relaciones entre el
organismo y medio ambiente, tuvieron una favorable acogida en la
realidad social y cultural de los EE.UU de aquella época.
Sin embargo, hay que añadir, que en el nacimiento del
funcionalismo intervinieron, además del evolucionismo, dos
influjos, aunque menos acusados: por un lado, el pragmatismo de
Mead y Moore, también de la Universidad de Chicago; y por
otro lado, la <psicología del acto> de F.Brentano,
conocida como <escuela austriaca> y planteada a partir de
1870 en abierta polémica con el experimentalismo y con el
elementalismo, que son característicos de la
orientación wundtiana.

           
Los psicólogos funcionalistas ven en el organismo humano
la última fase del proceso evolutivo, tanto desde el punto
de vista físico como desde el psíquico. De acuerdo
con este enfoque, se reitera de una manera sistematizada las
tesis darwinianas formuladas en 1872. Los procesos mentales -ya
sean elementales o complejos- son considerados como estrategias de
las que se sirve el organismo para sobrevivir, como instrumentos
más o menos refinados que le permiten no sucumbir ante un
ambiente físico y biológico hostil en la
mayoría de los casos.

           
Para la psicología funcionalista el principal problema ya
no consiste en saber <qué son los procesos mentales>
(como ocurre en la psicología introspeccionista), sino en
determinar <para qué sirven globalmente y cómo
funcionan los procesos mentales>. El tradicional dualismo
<mente-cuerpo>, que Wundt y los introspeccionistas colocan
como cimiento de la psicología, dándole el nombre
de <paralelismo psicofísico>, ya no tiene
razón de ser porque -en relación con el medio
ambiente- la mente y el cuerpo se comportan del mismo modo y
constituyen de hecho una unidad imposible de separar. Más
allá de sus diferencias aparentemente muy acusadas, por
ej. la percepción y la respiración, o bien la memoria y la
circulación de la sangre, desempeña una
idéntica función de
protección del organismo ante el medio ambiente.

           
De esta manera, los funcionalistas se alejan del plano
descriptivo y se coloca a nivel explicativo, iniciando una
corriente de tendencia no positivista en la que se apoyará
casi toda la psicología contemporánea, con la
importante excepción del conductismo watsoniano.

           
Con respecto a la tradición introspeccionista, los
funcionalistas definen en términos absolutamente nuevos
los procesos mentales conscientes: en vez de concebirlos como
acontecimientos psíquicos puros y no relacionados con el
resto del organismo ni con el medio ambiente, los interpretan
como la máxima expresión de la adaptación
biológica.

           
La conciencia aparece cada vez que el comportamiento
automático se ve obstaculizado por acontecimientos nuevos
e imprevistos, que plantean problemas cuya solución no
está contenida en el repertorio de la conducta
automática (instintiva), sino que es indispensable para la
supervivencia del organismo bio-psíquico, a corto o a
largo plazo. Cuando ha llevado a cabo su función
adaptativa, la conciencia se eclipsa, dejando en su lugar los
nuevos automatismos que ha instaurado.

           
En el plano epistemológico el funcionalismo se plantea
como la antítesis del elementalismo
introspeccionista, y dentro de esta reivindicación de la
prioridad del <todo> respecto de las <partes> o
<elementos> constituye un precedente del
gestaltismo.

           
Dewey, defiende la tesis funcionalista fundamental, según
la cual el acto reflejo representa un eslabón unitario
dentro de una cadena de actos reflejos que sólo
podrá descomponerse de manera artificial. De este modo se
abandona la tesis elementalista molecularista tradicional, que
descomponía el acto reflejo en dos unidades
(estímulo-respuesta) recíprocamente
independientes.

           
Por tanto, todas las conductas del organismo viviente constituyen
un proceso global, cuyo significado último no hay que
buscar en los elementos que lo componen, sino en su
relación adaptativa con el medio ambiente.

           
Bajo éstas premisas los funcionalistas son los primeros
psicólogos modernos que se enfrentan de manera concreta a
los temas relativos al pensamiento y a la inteligencia humana, si
bien se limitan a subrayar en ellos los aspectos adaptativos e
instrumentales, mientras que posteriormente el cognitivismo
sostendrá que es posible afrontar tal estudio desde una
perspectiva más amplia.

           
Para los psicólogos funcionalistas, una idea, un
razonamiento, o una expectativa cognoscitiva pueden tener el
mismo valor adaptativo que las funciones periféricas como
la sensación, la percepción y el aprendizaje.

           
En el plano metodológico abrirán la
psicología a las aplicaciones socialmente útiles, y
contribuirán al <movimiento de los test> que se
consolida en EE.UU en la época de la primera guerra
mundial.

           
Con anterioridad al conductismo, el funcionalismo dedica de un
modo privilegiado su atención a la conducta animal y sobre
todo humana, poniendo de relieve el
carácter dinámico de orientabilidad y de
adaptabilidad al medio ambiente que tienen dichas conductas. Fue
el primer movimiento psicológico importado desde los EE.UU
a Europa. 

           
Con posterioridad al primer decenio del s. XX, y coincidiendo con
el auge del conductismo, el funcionalismo comienza a decaer, si
bien los criterios que le sirven de inspiración han pasado
a formar parte de la psicología contemporánea en su
conjunto.

4) LA PSICOLOGÍA DE LA GESTALT

(Gestaltpsychologie o psicología de la
forma).

           
El gestaltismo o psicología de la forma, constituye una
escuela filosófica contemporánea, según la
cual, la vida psíquica -y en particular la experiencia
perceptiva- está constituida por procesos dinámicos
organizados según principios estructurales
autónomos.
La <Gestalt> es una
configuración en la que la función de las partes
está determinada por la
organización del todo o, en otras palabras, constituye
un todo imposible de reducir a la mera suma de sus elementos
constitutivos.

           
El gestaltismo nació en Alemania hacia 1912, casi al
mismo tiempo que el conductismo en EE.UU,
del cual -desde
muchos puntos de vista- representa una completa antítesis,
antes que nada en el plano epistemológico, porque define
su propio objeto de investigación en el interior de la
subjetividad consciente y mediante los criterios que ésta
emplea.

           
Entre sus precursores, en sentido amplio, hay que mencionar a
Kant, contrario al asociacionismo de la filosofía
empirista inglesa y defensor de la unidad del acto perceptivo, a
F.Brentano, adversario del elementalismo de Wundt y de Titchner,
a E.Husserl, cuyo sistema fenomenológico inspiró en
parte a los fundadores del gestaltismo, de manera directa a
través del psicólogo C.Stumpf y de la escuela de
Wüzburg fundada por O.Kulpe. También puede
mencionarse al físico E.Mach, que desde 1885
formuló la tesis según la cual las sensacines de
forma espacial y de forma temporal son independientes de sus
elementos constitutivos (un círculo p.ej. puede ser negro
o rojo, grande o pequeño, etc, conservando al mismo tiempo
inalterada su propia característica global de
circularidad).

           
El más importante precursor de esta escuela es el
psicólogo austríaco C.von Ehrenfels (1859-1932)
quien en 1890 publicó un ensayo
donde por primera vez se expuso el concepto de
<cualidad-Gestalt>, ilustrándolo mediante
referencias concretas: una melodía, por ej., posee una
unidad intrínseca, una individualidad que va más
allá de la simple sucesión o yuxtaposición
de sonidos que la componen, hasta el punto de que puede tocarse
en otro tono, pero seguirá siendo siempre la misma
melodía, aunque sus elementos-sonidos hayan cambiado
totalmente. La diferencia entre las notas (elementos) de una
melodía y la melodía en conjunto (la forma) es que
las primeras pueden variar conjuntamente de tono mientras que la
segunda se conserva idéntica. De aquí se deduce que
la percepción no es un conjunto de sensaciones o una serie
continuada de ellas (asociacionismo) sino que materia y
forma se nos muestran de modo conjunto.

           
La psicología de la Gestalt nace en sentido estricto
con la obra de M.Wertheimer y de sus discípulos más
importantes Köhler y Koffka, quienes fundan en 1921 la
revista
<Psychologische Forschung>,
publicación oficial
del movimiento gestaltista europeo, que da cabida a muchas
importantes aportaciones experimentales y teóricas, hasta
que fue reducida al silencio en 1938 por el régimen
hitleriano.

           
Al emigrar a los EE.UU, los gestaltistas influyeron de modo
determinante en la psicología de este país,
moderando sus planteamientos conductistas, iniciando un
interés por los procesos perceptivos, e introduciendo en
ella criterios interpretativos del aprendizaje diferentes de los
asociacionistas. A su vez, la psicología estadounidense
modificó en parte el gestaltismo originario,
desplazándo su interés desde la percepción
hasta la
motivación y a la conducta social, como atestigua
sobre todo la obra de K.Lewin.

           
El principio fundamental del gestaltismo queda documentado
experimentalmente en el primer trabajo de Wertheimer, "Estudios
experimentales sobre la percepción visual del movimiento"
(1912), donde demuestra que en una percepción de
movimiento, éste es captado como totalidad en su forma
aparente <movimiento phi> y existe como realidad global
desde el punto de vista psicológico (es decir, en la
experiencia del sujeto), siendo imposible reducir dicha
percepción a los elementos que la componen
físicamente. 

           
 El gestaltismo se enmarca en la gran reacción
antimecanicista y antielementalista que tiene lugar en Europa, y
sobre todo en Alemania, a principios del s. XX. Esto se debe en
parte a la profunda crisis del
positivismo, y en parte, a los nuevos avances científicos,
el primero de ellos el descubrimiento realizado por el
físico J.C.Maxwell en el ámbito del electromagnetismo: los campos magnéticos
son totalidades imposibles de escindir, distintas de la suma de
los efectos que producen todas sus partículas por
separado. El gestaltismo intoduce las nuevas instancias
globalistas en el contexto de una investigación
rigurosamente determinista y experimentalista. Redefine
también, en estos términos, el método
fenomenológico, entendido por Husserl desde una
perspectiva declaradamente antipsicológica.

           
El método fenomenológico de los gestaltistas
consiste en someter a verificación experimental los datos
totalmente ingenuos e inmediatos de la experiencia consciente
(p.ej. de la percepción), y no -como ocurría en la
psicología del s. XVIII- las expectativas lógicas
relativas a los datos y originadas por el conocimiento
de la naturaleza física de los estímulos que la
determinan. Por ejemplo, el término tradicional
<ilusión perceptiva> no tiene sentido desde un punto
de vista gestaltista, porque lo que <aparece> es
psicológicamente aquello que <es> y aquello que
requiere ser explicado, con completa independencia
del error en términos físicos del dato
percibido.

           
Estrechamente vinculado con los criterios globalistas y
fenomenológico, el criterio del <dinamicismo>
constituye otro aspecto característico de la Gestalt.
Según este criterio, que los gestaltistas ilustran a
través de múltiples ejemplos extraidos de la
naturaleza inorgánica y orgánica, las fuerzas se
auto-organizan de acuerdo con instancias dinámicas que son
internas a ellas, y que excluyen la presencia de constricciones
externas visibles. Así, la órbita de los planetas
está determinada estrictamente por el campo gravitacional
invisible que opera entre el Sol y ellos;
de manera análoga, los procesos psíquicos se
rígen por la autodistribución de las fuerzas que
los determinan. Además, las fuerzas autorreguladas siempre
tienden a asumir la estructura más equilibrada, más
regular y más simétrica, siguiendo el principio de
la <buena forma> expuesto por Wertheimer. Por ejemplo, una
gota de aceite que cae
en un líquido con el cual no pueda mezclarse tiende a
asumir una forma esférica perfecta, porque entre todas las
formas posibles la forma esférica es la más
sencilla y regular, y la que posee la superficie más
pequeña, a igualdad de
volumen. Las
estructuras
psíquicas se comportan de un modo similar y, desde la
perspectiva gestaltista, son completamente homogeneas con las
estructuras del mundo físico y biológico
(isomorfismo).

           
Entre las muchas aportaciones teóricas y experimentales
que el gestaltismo ha efectuado hasta el presente, es necesario
recordar por lo menos aquellas que hacen referencia al
<isomorfismo>, al <insight> y a la
<psicología del campo> lewiniana.

           
El <isomorfismo> fue elaborado por Köhler, y consiste
en la tesis según la cual el orden percibido en el espacio
ambiental es siempre estructuralmente idéntico al orden
funcional que caracteriza la distribución dinámica de los procesos cerebrales
subyacentes en el acto perceptivo. Por ejemplo, cuando percibimos
visualmente la gestalt <círculo>, corresponde en
nuestro cerebro a un
campo bioeléctrico bien definido, que tiene sus mismas
propiedades estructurales. En términos más
generales, los gestaltistas -frente el asociacionismo
neurofisiológico- consideran que nuestro cerebro, en vez
de reaccionar ante estímulos recíprocamente
independientes y sólo vinculados entre sí de una
manera sucesiva a través de los mecanismos asociativos,
funcionan desde el primer momento como sistema total y
dinámico.

           
El <insight> (en español se
conserva el término inglés
que es la traducción del alemán
<Einsicht>) consiste en la iluminación inmediata que permite resolver
un problema práctico o teórico sin recurrir al
procedimiento de <ensayo y
error>, y que está determinada por la
reestructuración del campo perceptivo o mental. El
concepto de <insight> fue utilizado por Köhler, en el
período de entreguerras, para interpretar la conducta
inteligente de los simios antropoides, y se sitúa en las
antípodas del concepto de condicionamiento. Acusado por
los conductistas de constituir un disfraz del
<intuicionismo>, dicha noción se encuentra en el
núcleo de un reexámen por parte de los propios
gestaltistas y de los cognitivistas afines a la tradición
de la Gestalt.

           
La <psicología del campo> fue elaborada por
K.Lewin entre 1932 y 1947, en el ámbito del Centro de
investigaciones sobre la dinámica de grupos del
Massachusetts Institute of Technology.
Según Lewin,
las conductas tienen lugar dentro de un <campo
psicológico> o <espacio vital>, semejante al
campo físico maxwelliano, del que forman parte todos los
acontecimientos psíquicos pasados y presentes que puedan
determinar las conductas. Para representar de manera
sintética y eficaz la acción
simultánea de los numerosos y contrapuestos factores del
campo, Lewin apela al lenguaje gráfico de la geometría
topológica, que ilustra las relaciones cualitativas que se
producen entre los diversos sectores de un único espacio.
En el interior de esta representación -que se encuentra en
el orígen de la denominación de
<psicología de pizarra> que se utiliza para designar
el enfoque lewiniano- se asigna una valencia positiva a los
acontecimientos que corresponden a las expectativas
motivacionales del individuo, y
en cambio, a los acontecimientos que lo amenazan o lo frustran se
les asigna una valencia negativa.

5) EL PSICOANÁLISIS DE FREUD.

           
El término psicoanálisis aparece por primera vez en
los escritos freudianos de 1896, y sustituye a los
términos <análisis psíquico> y
<análisis psicológico>, empleados
anteriormente.

           
El nacimiento del psicoanálisis, que hay que atribuir
por entero al genio
innovador de Freud, está en parte vinculado al encuentro
dialéctico -magistralmente desarrollado y sintetizado por
el mismo Freud- entre dos tradiciones intelectuales
europeas diferentes: por un lado el positivismo de la segunda
mitad del s. XIX, heredero más refinado del materialismo del
s. XVIII,
que mediante las formas específicas del
evolucionismo darwiniano y la fisiología fisicalista de la
escuela de Berlín (von Helmholtz) había impuesto el
concepto de <energía> como criterio explicativo de
las transformaciones tanto de la materia inerte como de la
materia viva, y, por otro lado, la tradición
psicológica encarnada en los primeros años del s.
XIX por la obra de Herbart, y retomada posteriormente, entre
otros, por el psiquiatra T.Meynert, uno de los profesores del
joven Freud: según esta tradición la interioridad
humana es irreductible a una explicación exclusivamente
centrada en los fenómenos de la conciencia y se presenta
cargada de producciones e instancias inconscientes.

           
Aunque Freud nunca opuso explícitamente su pensamiento al
de la psiquiatría tradicional, más bien lo
presentaba como una ampliación y una
complementación, lo cierto es que el psicoanálisis
representó la negación de algunos de los
principales criterios interpretativos de la psiquiatría
misma con excepción de la inspiración común
positivista y racionalista.

           
En primer lugar vemos que el psicoanálisis declara que
los procesos psíquicos son en sí mismos
inconscientes, y que los procesos conscientes no son sino actos
aislados o fracciones de la vida anímica total. Esta
aseveración choca frontalmente:

 1) con la tradicional identificación de lo
psíquico con lo consciente y por tanto 

2) con la conciencia considerada como la característica
definicional de lo psíquico y 3) con la Psicología
entendida como la ciencia de los contenidos de conciencia. Este
descubrimiento significa que todos los hombres son susceptibles
al análisis y les obliga a conducirse como enfermos, los
cuales manifiestan frente al tratamiento analítico todas
sus resistencias.

           
En segundo lugar tenemos la afirmación freudiana de que
determinados impulsos instintivos,
que únicamente
pueden ser calificados de sexuales, desempeñan un papel
fundamental en el surgimiento de las enfermedades nerviosas y
psíquicas, y que además, influyen de manera nada
despreciable, en la evolución del individuo y de la
sociedad, y en
la génesis de las más altas creaciones culturales,
artísticas y sociales del ser humano.

           
De esto último se sigue que la Cultura ha sido creada
obedeciendo al impulso de las necesidades vitales y a costa de la
satisfacción de los instintos, y que es continuamente
creada de nuevo, en gran parte, del mismo modo, pues cada
individuo que entra en la sociedad humana repite, en provecho de
la colectividad, el sacrificio de la satisfacción de sus
instintos. Entre las fuerzas instintivas así sacrificadas
desempeñan un importantísimo papel los impulsos
sexuales, que son objeto de una sublimación; es decir, que
son desviados de sus fines sexuales directos y dirigidos o
reorientados hacia fines socialmente relevantes. Pero tal
organización resulta muy inestable, ya que
los instintos sexuales quedan insuficientemente domados, y en
cada uno de aquellos individuos prestos a colaborar en en proceso
de civilización, subsiste el peligro de que los instintos
sexuales se resistan a semejante trato y ocasionen trastornos de
personalidad.

           
No obstante, no se detiene ahí la investigación
freudiana. Al comparar la neurosis obsesiva
de la patología individual con el fenómeno
colectivo de las religiones
oficiales, dada su análoga referencia a la relación
con el padre (complejo de Edipo); se ganaba el inventor del
psicoanálisis la enemistad eterna de todos los
creyentes.

           
Paralelamente a las etapas fundamentales del propio desarrollo
conceptual interno, reducible en su mayor parte a la obra y al
período de vida de Freud, el psicoanálisis se
organizó en el plano institucional con el fin de preservar
y defender su propia especificidad frente a doctrinas
incompatibles con él, pero que a veces utilizaban de forma
desorientadora el lenguaje que él había inaugurado,
y frente a la que el propio Freud definió en un
artículo de 1910 como <psicoanálisis
salvaje>, es decir una forma superficial y diletante de
intervención psicoanalítica.

           
Al no poder
institucionalizarse ni en la medicina oficial
(psiquiatría) ni en las escuelas universitarias de
psicología de su tiempo, por ser rechazado por ellas, el
psicoanálisis se consolidó institucionalmente en
solitario, con la creación de institutos nacionales
coordinados entre sí y provistos de la prerrogativa de
formar psicoanalistas en el plano teórico y
clínico-terapéutico y respaldados por publicaciones
oficiales y congresos internacionales. El esfuerzo no dió
resultado y en la actualidad el <psicoanálisis
salvaje> ha prevalecido, sobre todo en al ámbito
clínico-terapéutico, que desgraciadamente se
prestaba a la manipulación y al diletantismo.

           
El psicoanálisis comienza con el descubrimiento de la vida
anímica inconsciente,
de la que son ejémplos no sólo los sueños
sino también los actos fallidos, los olvidos (de nombres,
de impresiones y propósitos), la alteración de las
palabras (las equivocaciones orales, en la lectura y
en la escritura),
los chistes,
etc[ii].
Mostrándose de gran utilidad para la
explicación de la vida anímica no patológica
y decantándose ya no sólo como un tratamiento
psicopatologico, sino como una explicación
antropológica de primer orden. Surge asimismo como una
terapia médica para el tratamiento de las neurosis, que
fueron prontamente consideradas en general como perturbaciones de
la función sexual; tratando de eliminarlas
(curación) mediante varios métodos hasta llegar al
definitivo.

           
El psicoanálisis toma consistencia al derivar del
concepto de resistencia al de
represión como mecanismo de defensa del "yo" y
sustituir 

1) el hipnotismo de Charcot y 

2) el método catártico de Breuer, (destinados a
hacer volver a los caminos normales los afectos extraviados),
por 

3) un primer psicoanálisis ya propiamente dicho. Este
operaba mediante la presión del médico para el
vencimiento de
la resistencia del enfermo obligándole a manifestarse
sobre algo relacionado con un tema determinado. (Su finalidad
consistía ahora en descubrir las represiones y suprimirlas
mediante un juicio que aceptase o condenase definitivamente lo
excluido por la represión). Pero es 

4) un segundo psicoanálisis, el que adopta el
método de la asociación libre, en el que se
invitaba al paciente a abandonarse a manifestar todo aquello que
acude a su pensamiento absteniéndose de toda
represión final consciente, lo que propiamente podemos
considerar ya el psicoanálisis plenamente desarrollado. Un
método que se aplicará terapéuticamente al
descubrimiento de la sexualidad
infantil y de su importancia como causante de los trastornos
psicopatológicos.

           
El hallazgo del inconsciente significó que las
vivencias y conflictos de
los primeros años infantiles (complejo de Edipo)
desempeñan un papel insospechadamente importante en la
evolución del individuo y dejan tras de sí
disposiciones imborrables para la edad adulta. Todo lo olvidado
había sido penoso por un motivo cualquiera para el sujeto,
siendo considerado por las aspiraciones de su personalidad como
temible, doloroso o vergonzoso.
De manera que olvidar
consiste en no permanecer consciente, devenir inconsciente,
porque nada desaparece nunca de la mente humana.

           
 Dentro del terreno de la sexualidad, fundamental desde el
punto de vista psicoanalítico para el desarrollo mental
del individuo, Freud expone su concepto de libido. <Libido>
significa en el psicoanálisis, primeramente, la
energía (concebida como cuantitativamente variable y
mensurable) de los instintos sexuales orientados hacia el objeto
o hacia el yo (libido de objeto y libido narcisista). La
líbido vendrá a inscribirse, en función del
desarrollo somático del niño, sobre ciertas zonas
erógenas (fuentes de
placer), marcando así determinados objetos pulsionales.
Los lugares de goce del cuerpo variarán según la
edad del individuo, haciendo pasar a este último, del
narcisimo primario al establecimiento de relaciones
objetales.

           
Hablando con propiedad, el
cuerpo entero es una zona erógena, pero sólo son
elegidas ciertas zonas del mismo en el curso del desarrollo
humano: 1) El estado oral
primario y secundario (0 a 2 años); 2) el estado anal
primario y secundario (2 a 3 años); 3) El estado
fálico (4 a 6 años); 4) El periodo de latencia (7 a
10 años); 5) El estado genital (11 a 12 años).
Todas las enfermedades serán concebidas en relación
con un retorno a uno de los estadios de la evolución
libidinal (regresión).

           
El <Complejo de Edipo>, conflicto
esencial en el proceso de desarrollo psico-físico, se
sitúa primariamente en el estado fálico y
secundariamente en el genital. De ahí que la sexualidad
humana sea bifásica: un primer despertar, en la infancia, y un
segundo definitivo, en los años de pubertad,
acompañado de la madurez de las glándulas genitales
y al desarrollo corporal. Este <complejo de Edipo>,
postulado por Freud, es central en la conformación del
psiquismo y precede directamente al surgimiento del super-yo o
conciencia moral.

           
El niño, primariamente, se siente atraido hacia la madre y
desarrolla impulsos agresivos hacia el padre, que al mismo tiempo
implican un -miedo al castigo- paterno (relacionado con el
<tabú del incesto>) y un sentimiento de culpabilidad,
la fase edípica encuentra su plenitud en la
<ambivalencia afectiva> (amor-odio) con
la que el niño en segundo lugar, experimenta su
relación con los progenitores. Finalmente, el niño
renuncia a la madre como objeto erótico y se identifica
con el padre, superando el conflicto anterior.

           
El complejo edípico en la niña es mucho más
complejo -según Freud- aunque sigue de alguna forma el
proceso inverso al del niño: Miedo y culpabilidad
-complejo de castración-, deseo erótico del padre,
agresividad reivindicativa hacia la madre, renuncia al padre y
idéntificación final con la madre.

           
En cuanto a la mente humana Freud elabora su 1ª
tópica (o estructura del psiquismo) en los últimos
años del s. XIX, atribuyendo tres cualidades a los
procesos psíquicos. 1) Preconsciente: Vivencias que
recordamos si nos ponemos a pensar; 2) Inconsciente: Vivencias
reprimidas a las que no se tiene acceso directo y 3) Consciente:
que coincide con lo que tanto la filosofía como la
psicología de su tiempo entiende por conciencia.

           
En relación con la tópica Freud distingue entre
<proceso primario> y <proceso secundario> en su obra
de 1895, conservando esta división en el resto de su obra.
Se trata de dos modos de funcionamiento del aparato
psíquico humano: el primero más primitivo, el
segundo más elaborado. El proceso primario es propio del
sistema inconsciente, mientras que el proceso secundario lo es de
los sistemas
preconsciente y consciente.

           
Asimismo, desarrolla dos principios por el que se rígen
las pulsiones. <El principio del placer> -calcado de
algún modo en el enunciado con anterioridad por el
psicofísico Fechner (1848)- significa que la actividad
pulsional busca lo que es placentero y huye del displacer sin
tener en cuenta las exigencias de la realidad. El <principio
de realidad> se contrapone al anterior en el sentido de que el
sujeto, al regirse por él, tiene en cuenta las exugencias
que impone la realidad, tanto física como
sociocultural.

           
En "El yo y el ello" (1923) Freud presenta, ya elaborada, su
segunda tópica, la definitiva metáfora espacial del
aparato psíquico, dividido en tres partes en pugna entre
sí: 1) El Ello o instancia inconsciente primitiva regida
por el principio del placer e instancia inconsciente
profundamente reprimida; 2) El Yo o conciencia propiamente dicha,
instancia central mediadora del aparato psíquico, que
tiende a regirse por el principio de realidad, si bien contiene
una parte defensiva inconsciente y otra preconsciente, y 3) El
Super-yo, instancia crítico-moral del psiquismo, de
caracter inconsciente y preconsciente, que ejerce presión
sobre el Yo.

           
La primera teoría de las pulsiones de Freud divide
éstas en <pulsiones del yo> o de conservación
y <pulsiones sexuales>. Después de la
revisión de 1920 aparece una segunda teoría de las
pulsiones que, sin anular la primera, la sitúa en un nuevo
contexto teórico. Se trata de postular dos grandes poderes
pulsionales o <potencias celestes>. 1) El <Eros> o
pulsiones de vida, que tienden a constituir unificaciones
libidinales cada vez más amplias y 2) El <instinto de
muerte> o
pulsiones de muerte, opuestas a las de vida, que tienden a
desunir y disgregar los estados organicos, autodestructivamente
mientras se vuelven primariamente hacia el propio sujeto y como
impulsos de agresión, desplazadas secundariamente hacia el
exterior.

5.1) -PSICOANÁLISIS NO FREUDIANOS Y NEOFREUDISMO.

           
Desde el comienzo del psicoanálisis y a partir del
propio círculo de discípulos de Freud, se
delinearon posiciones críticas y se produjeron disidencias
con respecto a la línea del fundador, creándose
escuelas no freudianas.

           
Entre los contemporáneos de Freud, las impugnaciones
más radicales provinieron de A.Adler en 1911 y de C.G.Jung
en 1913. Ambos, en efecto, rechazaron los mismos fundamentos y
presupuestos
epistemológicos del freudismo en nombre de una
teoría no determinista y, más explícitamente
en el caso de Jung, tendencialmente espiritualista.

           
La posición de Adler será parcialmente retomada,
sobre todo en los EE.UU, por los denominados
<culturalistas> (en particular H.S.Sullivan, K.Horney y, en
parte, E.Fromm), los cuales, influidos por las tesis de la
antropología cultural y del conductismo,
insistirán en la relatividad cultural de los conceptos
psicoanalíticos y en el papel fundamental de los factores
ambientales en el proceso de génesis y desarrollo de
la
personalidad.

           
Otro importante alejamiento de la teoría y de la
práxis freudianas en tiempos de Freud fue el de O.Rank
(1920), quien supuso en el <trauma del nacimiento> el
orígen de la angustia, así como también el
de W.Reich, que en 1927 inauguró la llamada <izquierda
freudiana>, identificando la sexualidad con la genitalidad,
distinguiendo en la supresión (y no en la
represión, como Freud) el mecanismo responsable del
surgimiento de la neurósis y propugnando una
revolución sexual contra el orden social tradicional,
fundado en la familia
monogámica, patriarcal y autoritaria.

           
Aparte de éstas y otras disidencias más o menos
radicales con respecto al pensamiento freudiano ortodoxo, se
recuerdan algunos autores que han pretendido mantener este
pensamiento substancialmente inalterado en sus fundamentos
epistemológicos y metodológicos, aunque
desarrollándolo, enriqueciéndolo y
modificándolo bajo algunos aspectos de contenido
relevantes. Entre ellos cabe mencionar en particular a M.Klein y
a J.Lacan, ambos fundadores de dos de las escuelas más
representativas del panorama psicoanalítico actual.

           
Discípula de los freudianos Ferenczi y Abraham, M.Klein
incorporó al psicoanálisis el estudio del mundo
fantasmático del niño, apoyándose
intensamente en la técnica del juego para
diagnosticar las neurósis y psicósis infantiles.
M.Klein, a diferencia de la mayor parte de los otros
psicoanalistas, aceptó las últimas tesis de Freud
relativas al instinto de muerte. Entre sus discípulos se
recuerda a S.Isaacs, D.W.Winnicotti y W.R.Bion.

           
En cuanto a Lacan, abandonó la Sociedad Internacional de
Psicoanálisis para fundar (1964) la Escuela freudiana de
París, disuelta por él mismo en 1980. Su
intención fue siempre la de reorientar el
psicoanálisis hacia la dimensión
lingüística del hombre como nódulo central de
toda investigación.

C) PRINCIPALES APLICACIONES DE LA PSICOLOGÍA
CIENTÍFICA.

           
En cuanto la psicología se vuelca sobre la realidad
como disciplina científico-práctica y abandona el
estricto plano teórico, (ya de suyo con influencias
recíprocas), la división entre escuelas o sistemas
se vuelve gradualmente menos polémica y más
complementaria (aunque sin perder la propia
orientación).
De esta manera, el terapeuta
combinará los métodos y análisis de
diferentes tendencias, dependiendo del objeto sobre el que
recaiga la aplicación psicológica, para obtener los
mejores resultados. De las distintas concepciones de la
psicología como ciencia teórica, pasamos ahora, a
tratar las distintas concepciones de la PSICOLOGÍA como
ciencia práctica.

1) LA PSICOLOGÍA APLICADA.

           
Por psicología aplicada entendemos la utilización
sistemática y articulada de las teorías y
métodos de la psicología para solucionar los
distintos problemas planteados por la vida cotidiana, tanto
individual como colectiva.

           
Mientras que la psicología <general> (o pura o
fundamental) aspira a describir y explicar la conducta humana y
los procesos mentales que la rigen, la psicología aplicada
aspira a controlarla y modificarla en función de las
exigencias personales y sociales, poniendo en práctica las
adquisiciones de la investigación
psicológico-científica.

           
Las primeras aplicaciones de la psicología (contra las que
se habían pronunciado varios de los fundadores de la
psicología como ciencia autónoma, en particular los
exponentes del introspeccionismo, W.Wundt y E.B.Titchener,
así como los de la Gestaltpsychologie) se remontan a
finales del siglo XIX. En 1897, H.Ebbinghaus, el fundador de la
investigación experimental sobre la memoria,
realizó estudios sobre la fatiga de los escolares, y
muchos alumnos directos de Wundt, sobre todo los de nacionalidad
estadounidense, entre los que destaca J.McKeen Cattell (inventor
del término test), utilizaron con fines aplicativos el
método de los tiempos de reacción y otros procedimientos
surgidos en el ámbito de los laboratorios.

           
 Inicialmente los psicólogos aplicados se
dedicaron a la selección
del personal militar y de personal industrial, por lo que a la
crítica
de los psicólogos puros o teóricos, se
añadió la de los pensadores izquierdistas europeos,
quienes los acusaban de servir a los intereses creados y de ser
meros instrumentos de la sociedad de producción capitalista, que los
contrataría para maximizar la explotación
minimizando sus consecuencias.

           
En la actualidad, la psicología aplicada cubre una amplia
variedad de sectores y se subdivide en un conjunto de disciplinas
que, en mayor o menor medida, recurren a la psicometría,
es decir, a los test y reactivos mentales. Las principales formas
son las siguientes:

A) LA PSICOLOGÍA DIFERENCIAL.

           
El término <diferencial> fue acuñado por
W.Stern en 1900. Tiene por objeto la naturaleza y la magnitud de
las diferencias en los procesos psíquicos entre individuos
aislados, o entre grupos, o entre los dos sexos, o entre clases
de edad, clases
sociales, culturas, etnias, etc.

           
Cronológicamente la primera entre todas las formas de
psicología aplicada, la psicología diferencial
nació como implicación de la tesis expuesta por
Darwin en su "Origen de las especies" (1859), según la
cual las diferencias entre los individuos de una misma especie
son responsables de la evolución de ésta
última.
F.Galton fue el primero en intentar traducir a
la práctica la tesis darwiniana, tratando de definir las
características distintivas de los individuos geniales con
respecto a la población total (en "El genio hereditario",
de 1869) y fundando en 1882 un laboratorio antropométrico
en el cual registró y midió,
diferenciándolas unas de otras, un gran número de
prestaciones
individuales relativas, entre otras cosas, a la agudeza visual y
auditiva, a la fuerza muscular y a los tiempos de
reacción.

           
En 1895 A.Binet y V.Henri publicaron un ensayo titulado "La
psicología de las diferencias individuales". En los
años posteriores la psicología diferencial
siguió afirmando su propia autonomía mediante el
uso cada vez más sistemático de los test, en la
forma del testing de masa (o sea los test aplicados a
categorías enteras de individuos).

B) LA PSICOLOGÍA CLÍNICA.

           
Es la más difundida entre las aplicaciones de la
psicología. Consiste en el estudio psicológico de
casos individuales desde una perspectiva globalista que considera
al sujeto humano como una totalidad indivisible. Se sirve de los
resultados experimentales conseguidos por la psicología
general, sobre todo en los sectores de la personalidad y de la
motivación, y de una metodología
cuyo instrumento principal es el <coloquio>, apoyado por el
uso de los test, en especial los proyectivos, como el de
Rorschach.

           
El individuo objeto de la psicología clínica no es
necesariamente un individuo enfermo o perturbado
psíquicamente: en la mayoría de los casos puede
tratarse de un individuo que solamente pide ser ayudado y
aconsejado en una situación de su vida.

           
El primero en utilizar la expresión
<psicología clínica> fue el estadounidense
L.Witmer, fundador en 1896, de una Psychological Clinic para la
recuperación de niños
subnormales.

           
En la actualidad el psicólogo clínico suele
utilizar nociones derivadas del
psicoanálisis, aunque un determinado número de
estos profesionales, rechazan la connotación
psicoanalítica.

           
Ramas de la psicología clínica:

                                   
b.1) -Psicoprofilaxis.

                                   
b.2) -La psicología
industrial.

                                   
b.3) -La psicología comercial.

                                   
b.4) -La psicología escolar.

                                   
b.5) -La psicología médica.

                                   
b.6) -La psicología política.

                                   
b.7) -La psicología legal

 

C) LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA O PSICOLOGÍA GENéTICA.

           
Disciplina que estudia el desarrollo y la organización
progresivos de las estructuras psíquicas (cognitiva,
afectiva, lingüística, social) en el periodo
comprendido entre el nacimiento y la adolescencia. 

           
Se trata de una disciplina independiente, aunque naturalmente
vinculada a la psicología general o teórica, a la
psicopedagogía y a la psicopatología. Tras empezar
como <psicología del niño> en la segunda
mitad del s. XIX, se fue convirtiendo cada vez más en la
ciencia del <desarrollo psíquico>
en cuanto tal,
ampliando su propio campo de investigación hasta
articularse en tres direcciones distintas, aunque estrechamente
relacionadas: el estudio de las características
psíquicas que vinculan al niño con el adulto normal
y de aquellas que lo diferencian de él; el estudio de las
modalidades a través de las cuales las estructuras
psíquicas simples se desarrollan hasta convertirse en
estructuras complejas; y, por último, el estudio de los
factores responsables de dicho desarrollo, subdivisible en las
dos grandes categorías de los <factores
hereditarios> y de los <factores ambientales>, o bien
(en el lenguaje psicogenético) de la
<maduración> y de la <educación>.

           
En la segunda mitad del s. XIX, y bajo el influjo del
evolucionismo, el estudio de la infancia entra a formar parte de
las disciplinas centradas en el desarrollo biológico de la
especie y de los individuos que la componen. Así, en
Francia,
H.Taine (que como E.Renan polemiza duramente con la
psicología introspeccionista de Wundt) publica en 1876 un
artículo titulado "Sobre la adquisición del
lenguaje en los niños y en la especie humana", que puede
considerarse como la partida de nacimiento de la
psicología genética.
En el mundo
anglosajón, la revista <Mind> publica en 1877 el
artículo "Esbozo biográfico de un niño". En
EE.UU, fue sobre todo G.S.Hall el intérprete, en el plano
empírico, de la nueva psicología evolucionista de
la infancia y de la adolescencia.

           
Por aquellos mismos años, también los
psicólogos funcionalistas se aproximan al estudio de la
infancia desde una perspectiva evolucionista, pero son Hall y sus
colaboradores de la Clark University quienes tienen el
mérito de haber introducido por primera vez en la
psicología genética, a partir de 1890, la
técnica del cuestionario.

           
En los primeros años del s. XX se inician los estudios
sobre las actividades gráficas y plásticas del
niño, autores como E.Preyer y Elsa Köhler realizan
observaciones directas sobre aspectos específicos de la
vida psíquica infantil, tales como la percepción
visual y auditiva.

           
Después de 1910, con los estudios de W.Stern sobre el
lenguaje y la personalidad infantiles, y sobre todo con las
primeras investigaciones auténticamente experimentales de
E.L.Thorndike y J.B.Watson acerca del desarrollo motriz y
afectivo del aprendizaje en la edad infantil, se realiza un salto
cualitativo en el plano metodológico. En los años
posteriores, después de 1920, se produce la verdadera
explosión de la psicología genética, a la
que contribuyen distintas orientaciones y diversos autores
europeos y norteamericanos.

           
Cabe destacar en Europa la contribución del suizo
J.Piaget, que en
1923 publica "El lenguaje del niño",
al que siguen
otros trabajos de importancia decisiva para la psicología
genética. En el instituto ginebrino J.J.Rousseau,
Piaget y sus colaboradores (como A.Rey y B.Inhelder), instalan el
primer centro mundial sobre el desarrollo psíquico, que
después se convertiría en el Centro Internacional
de epistemología genética. Pronto
surgirán nuevos centros como el fundado por el
francés H.Wallon en 1927, que se convertira, a menudo
desde una posición antitética al pensamiento de
Piaget, en uno de los puntos de referencia de la
psicología genética contemporánea. En los
USA mucho más que en Europa, encontraron un terreno
favorable las concepciones gestaltianas del desarrollo infantil
como algo intrínsecamente unitario.

           
Muy importante fue el influjo ejercido sobre la psicología
genética por el psicoanálisis. La concepción
psicoanalítica en sus múltiples variantes
constituye uno de los principales componentes de la actual
psicología genética, sobre todo en lo que se
refiere a la interpretación del desarrollo afectivo y
psicosexual.

           
Por lo que respecta, en cambio, al desarrollo infantil en las
otras áreas (cognitiva, lingüística, etc), los
psicogenetistas no han llegado a un consenso definitivo. Aunque
revisada en muchos puntos, la teoría piagetiana sigue
siendo la más acreditada tanto desde el punto de vista
metodológico como en lo referente a la concepción
del desarrollo mental. Este último pasa, según
Piaget, a través de una serie de estadios, desde una fase
inicial caracterizada por el <sincretismo>, es decir, por
la globalidad y la indiferenciación de las actividades
perceptiva y cognitiva, hasta la fase adulta, caracterizada por
la tendencia al análisis y a la diferenciación de
estas mismas actividades.

           
Entre las teorías psicogenéticas
contemporáneas que se plantean como alternativa parcial al
pensamiento piagetiano figura la de H.Werner, que distingue no ya
en la <continuidad o gradualidad> sino en el
<desequilibrio> entre un estado evolutivo y el siguiente,
el factor principal del desarrollo cognitivo: este último
se produce, pues, a través de crisis periódicas que
reestructuran radical y cualitativamente la organización
mental previa del individuo.

           
En el también importantísimo sector de la
psicología de la adolescencia no existe en la actualidad
nada comparable, en el plano de la sistematicidad a las
teorías expuestas en el ámbito de la
psicología de la infancia. Tras la primera
contribución de Hall (en el volúmen "Adolescencia"
de 1904), y prescindiendo de las interpretaciones más
propiamente relativas al ámbito del psicoanálisis,
la vida psíquica del adolescente ha sido siempre un objeto
de estudio solamente marginal por parte de los psicogenetistas.
Las contribuciones mayores en este sentido provienen, en cambio,
de la antropología cultural, empezando pon las
investigaciones con las que, a finales de la década de
1920, Margaret Mead puso en relieve la relatividad sociocultural
de la condición del adolescente y de su duración.
Otra aportación interesante a la psicología de la
adolescencia proviene de la psicología
social. 

D) LA PSICOLOGÍA NEUROFISIOLÓGICA.

           
En la actualidad, la <psicología
neurofisiológica>, es una rama tanto de la
psicología científica, como de la medicina,
especializada en el estudio de las relaciones de dependencia y
concomitancia entre los procesos psíquicos y las funciones
del sistema nervioso.

           
El primer impulso hacia ésta disciplina provino del
descubrimiento en 1861 de P.Broca relativo a la
localización de la función del habla en una zona
circunscrita del sistema nervioso
central. Aunque viene influido, también, por los
estudios psico-físicos de Fechner y Helmholtz, y por la
reflexología rusa de Pavlov.

           
En las últimas décadas, gracias a los progresos de
las técnicas
fisiológicas y a la aparición de la
electroencefalografía, la investigación
psiconeurofisiológica ha hecho grandes progresos y se
presenta ahora como uno de los sectores más
científicos de la indagación acerca de los procesos
mentales.

           
Combatida en el pasado reciente por las corrientes
conductistas y gestaltistas, ha representado y sigue
representando el aspecto característico de la
tradición psicológica soviética, cuyo
exponente principal es A.Luria.

           
En la actualidad la oposición entre psicología pura
y psiconeurología se ha atenuado mucho y los
psicólogos y los psicofisiólogos suelen trabajar
juntos sobre problemas específicos relacionados con la
memoria, la percepción y el aprendizaje. Una
especialización ulterior ha dado lugar a la
<psicoquímica>, ya que los estudios de la bioquímica
del cerebro han permitido, en efecto, distinguir relaciones
bastante definidas entre los estados de conciencia y las reacciones
químicas del sistema nervioso
central.

E) LA PSICOLOGÍA SOCIAL.

           
Disciplina autónoma (aunque vinculada a la
psicología general) que tiene por objeto los aspectos
sociales del comportamiento
humano, resumibles en los siguientes ámbitos de
investigación: factores socioculturales que presiden la
formación de la personalidad; componentes sociales de las
distintas funciones psíquicas; relaciones
interpersonales; dinámica de los grupos
pequeños (concebidos como totalidades estructuradas);
psicología de los grandes grupos humanos y de los medios de
comunicación de masas.

NOTAS

    [i]La
interpretación de los sueños
(1900). El
sueño comparte la estructura de los síntomas
neuróticos. Mediante el análisis se llega desde su
"contenido manifiesto", la satisfacción de un deseo
enmascarado y deformado por la fuerza censora del yo, a un
sentido secreto del sueño, las "ideas latentes". La
fórmula según la cual el sueño es una
satisfacción (disfrazada) de un deseo (reprimido), es la
que mejor y más profundamente define la esencia del
sueño.

    [ii] Psicopatología de la
vida cotidiana
(1898-1904).

Autor

Simón Royo Hernández

Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional
de Educación a
Distancia. Miembro de los Grupos de investigación
"Pólemos" y "Palimpsestos" de la citada
universidad.

Imparte un módulo como profesor en el
MASTER "Europa Fin de siglo" de la UCM y desarrolla en la
actualidad una investigación Postdoctoral en la UNED sobre
el pensamiento de Platón.

Partes: 1, 2
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